Por José Miguel Cortez. | Domingo 23/04/2000
Periódico La Opinión.
LA AVENIDA CARRANZA DEL BARRIO DE XICO EN 1937
En una casa arrinconada en la salida de Coatzintla a la congregación de Manuel María Contreras, en el legendario Barrio de Xico, precisamente en los límites con la colonia Antonio M. Quirasco, vive Don Cupertino Salazar Pérez de 83 años de edad.
Nos platicó que a los 18 años de edad llegó de Papantla por estos rumbos, primero llegó a San Miguel Grande al lado de San Miguel Perico, allá donde ahora se le conoce como Plan de Hidalgo, lo hizo porque en su pueblo había escaseado el maíz y en estos lugares encontró en abundancia.
Después llegó a residir en 1937 a Coatzintla, donde siempre ha vivido. Conoció la Villa de Coatzintla en sus inicios, cuando el Barrio de Xico era el más popular.
Conoció al presidente municipal Don José Tolentino y participó en las faenas que se hicieron en el arreglo de la Ave. Venustiano Carranza, que quedó inconclusa en 1915. Había quedado sin terminarse de empedrar, porque en la subida, ahí por donde vivía Don Abraham Villanueva, existía un enorme hoyanco ocasionado por las fuertes lluvias, hasta un puente de troncos había en medio de la calle.
Don Cupertino Salazar trabajó arreglando la calle, la cual debidamente emparejada, caracterizó a Coatzintla por tener trazada esta avenida, cuya presentación gustó al joven Carmelo Vargas que la pintó al óleo.
Le toco a Don Cupertino arreglar 40 metros cuadrados, primero nos dice, con hilo reventón niveló el suelo, después con una coa en línea recta rascó una vereda de diez centímetros de profundidad aproximadamente y después ordenadamente fue colocando las piedras, reforzando su trabajo a una vara de distancia con piedra laja. También platicó que las piedras eran transportadas en bestias desde el Arroyo Cocineros ahí por la Ranchería de Troncones y Potrerillo.
Él, como otras personas, terminaron el arreglo de esta calle, rellenando primero el enorme hoyanco. A las personas que eran detenidas por escandalosos, como ejemplo, el pago era arreglar la calle en pleno sol.
En la ciudad de Papantla, nació Don Cupertino en 1918 y al llegar a este lugar, conoció como era antes la parroquia del Señor Santiago Apóstol, estaba en un cerro y era de barro y troncos y para llegar se hacía por una escalinata de laja y una campana pendía de unos maderos, donde se avisaba la misa y otras cosas, aún no estaba trazado el parque municipal.
También se dio cuenta cuando se derribó la loma donde estaba la capilla y todo lo que tenía adentro fue depositado en la casa de la Srita. Paulina Gómez. Doña Margarita Chávez daba de comer a los trabajadores y después llegó Doña Luz Velásquez como mayordomo de este sacro recinto.
El kiosco que se erigió en medio del parque municipal, después de haberlo trazado debidamente el Presidente Municipal José Tolentino colocando en el piso lajas, esto en 1938, piedra sobre piedra se realizó por medio de faenas. Dice Don Cupertino que el parque era llano, había palmeras y el terreno estaba accidentado. Por estos tiempos las fiestas se realizaban con música de violín y guitarra y se hacia sobre unas tarimas, que facilitaba Don José Leal y eran subidas desde el Barrio de Xico.
Don Cupertino vivía del campo, era agricultor y sembraba maíz, producto que la surtía a Doña María Vidal, a su hermano Macario, al señor Antolín Álvarez, la faena costaba en ese tiempo 7 pesos.
Vive con su esposa Alejandra García Hernández, procrearon 8 hijos y sólo le sobreviven 4. Falta a un más de Don Cupertino Salazar Pérez que comentaremos en otro espacio, así como en qué año se trazó la carretera Poza Rica – Coatzintla.